Anteriormente he hablado sobre los beneficios de hacer ejercicios para mejorar nuestro rendimiento. Bien, ahora vamos a ver cómo podemos integrar el ejercicios físico al trabajo diario.
Ya sea que trabajes desde casa o fuera en una oficina, vamos a ver formas prácticas de incluir el ejercicios físico nuestras rutinas diarias.
Antes veamos, cuáles tipos de ejercicios son más convenientes para incrementar nuestro rendimiento intelectual principalmente (la ventaja de hacer ejercicios es que el rendimiento mejorar a nivel general).
Tipos de Ejercicios Que Mejoran el Rendimiento.
Aeróbicos: en cuanto mejoran el sistema cardiovascular, haciendo que se creen y fortalezcan los vasos sanguíneos, mejorando así, el transporte de nutrientes y oxígeno.
Todos nuestros órganos se benefician de esto, incluido el cerebro. Al llegar más oxígeno, implica que los radicales libres serán absorbidos por éste, para ser transformados en dióxido de carbono y posteriormente transportados a los pulmones para ser desechados cuando espiramos.
Existen muchas maneras de hacer cardio.
Desde salir a correr por las mañanas antes de ponerte a trabajar o por las tardes hacer intervalos de alta intensidad en la una bici estática.
Entrenamiento con resistencias: como la calistenia o los entrenamientos con pesas. Estos nos ayudan a tener una mayor conexión mente – cuerpo. Requieren de ejercitar nuestra capacidad de concentración cuando realizamos los ejercicios (si son lo suficientemente duros).
¿Cómo lo podemos integrar el ejercicio a nuestra vida diaria y más aún, a nuestro trabajo?
1- Poniendo horarios.
Dedicar un tiempo diario para el ejercicio es recomendable. Y ponerlo en la agenda, dejar establecido el horario en que se hará.
Puede ser a las mañanas a 7 am, antes de ponerse a trabajar. O también en las tardes después de este.
Tu decides el momento, pero define una hora exacta y…
2- Compromiso.
Si estables que a las 7 de la tarde vas a dedicar 30 minutos de bici estática, haz un compromiso contigo mismo y cúmplelo.
¿No puedes hacer un compromiso contigo mismo? Haz un juego de responsabilidad.
3- Adquiere equipo.
Puede ser un set de pesas, una barra para dominadas, una bici estática, una cuerda o comba, unas kettlebell, o una trotadora.
Todas las anteriores son opcionales, sin embargo, te recomiendo la barra de dominadas por sobre las otras.
4- Facilita las cosas.
En lugar de desplazarte a un gimnasio, ten todo a la mano para que puedas ejercitarte cada vez que tengas un momento de descanso del trabajo.
Puedes cada cierta lapso de tiempo (1 o 2 horas) hacer 5 a 10 push up. Luego puedes hacer 10 a 50 sentadillas.
Si tienes la trotadora o bici estática, en una de estas pausas, puedes hacer 10 a 20 minutos de cardio a una intensidad baja.
Qué me dices de tener una barra de dominadas… Te haces unas pocas y sigues con tu trabajo.
De hecho, esto es lo que yo hago (además, de mi sesión de entrenamiento). Cada una a tres horas, hago 10 a 50 sentadillas. Luego de unas dos a tres horas más hago 10 push up o 5 dominadas.
El cardio.
Te recomiendo que el cardio no lo dejes de lado, no es necesario que lo hagas todos los días, pero por lo menos, unas 2 a 4 veces en la semana.
Puedes hacer HIIT que es un entrenamiento de intervalos en donde se alternan periodos de baja y alta intensidad en una sesión que por lo general no va a durar más de 20 minutos. Esto lo puedes hacer 1 o 2 veces en la semana.
También salir a hacer sprints, con 5 a 10 de 50 metros cada uno, vas a hacer un fuerte ejercicio de cardio.
No dejes el cardio, ya que, ayudará fortalecer y crear nuevos vasos sanguíneos. Esto va a mejorar el transporte de nutrientes y la eliminación de desechos del organismo.
Combina, el cardio con los entrenamientos de resistencias e integra esto a tu vida diaria, ya sea teniendo una barra de dominadas en la cual te ejercitas cada vez que haces una pausa, también, puedes definir un horario y hacer una sesión de 30 minutos cada día.
La memoria, capacidad de concentración, capacidad de resolución de problemas y razonamiento se verán mejoradas.
Ten en cuenta algo:
Nuestros antepasados de la prehistoria, recorrían entre 10 a 20 kilómetros diarios y nuestros cuerpos están diseñados para eso.
Hasta la próxima,
Damián Cáceres.
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