En realidad, según diversos estudios, principalmente los realizados por el Dr. Thomas Stanley y William D. Danko, los que plasman en su libro “El Millonario de la Puerta de Al Lado”,  es que la mayoría de los millonarios estadounidenses que tiene un patrimonio neto entre 1 y 10 millones de dólares, para llegar a ese nivel de riqueza, tuvieron que vivir muy por debajo de sus posibilidades.

Esto para poder ahorrar, y poder invertir su dinero. No gastaron en artículos de lujo como automóviles caros o ropa de diseñador. No se enfocaron en gastar lo que ganaban.

Valorar la libertad.

No te estoy diciendo que tengas que vivir una vida en donde no disfrutes de tu dinero. De hecho en el libro, se explica que estas personas valoraban más su libertad y de esta manera tenían suficiente dinero en el banco como para vivir sin trabajar entre 10 y 20 años si lo quisieran, podían pagar la universidad de sus hijos incluso antes de que estos entraran.

Esto los hacia que estuvieran menos preocupados y temerosos con respecto a no tener el suficiente dinero para llevar su estilo de vida y no poder darles la educación que querían para sus hijos.

Además, no vivían una vida llena de restricciones en lo material para poder ahorrar, lo cierto es que vivían de manera bastante cómoda, pero sin gastar en cosas innecesarias, ya que utilizaban ese dinero para ahorrar e invertir.

Vivir por debajo de nuestros ingresos.

Puede que realmente quieras tener una mansión donde vivir, y eso está bien, el punto es que mientras logras tener el nivel de ingresos y volverte millonario o multimillonario, vas a tener que mantener tu estilo de vida por debajo de tus ingresos. (En realidad siempre deberás mantener tu estilo de vida por debajo de tus ingresos, solo aumenta considerablemente estos últimos y podrás aumentar también los primeros).

Y en este aspecto vamos a tener reducir nuestros gastos o por lo menos llevar un control de él.

Puede ser elaborando un presupuesto mensual o anual.

Esto con el fin de poder disponer de dinero para invertirlo en nuestros negocios y así ir creciendo nuestros ingresos.

Para esto se requiere de disciplina, para ser realmente consistente y resistir las tentaciones de gastarnos el dinero en cosas que realmente no valen la pena.

Como dice T. Harv Eker en su libro “Los Secretos de la Mente Millonaria” “cómo vas a administrar tu dinero cuando tengas mucho, si no sabes administrarlo ahora que tienes poco”. Así que mejor aprenderlo desde ahora.

Ahorro para invertir.

A mí, me cuesta poder ahorrar, no soy constante realmente en ello, así que me propuse cambiar esto y ahorrar todos los meses a partir desde ahora, aunque sea el 1% de lo que gano, luego iré aumentando lo que voy ahorrando, la idea es formar el hábito.

También, analizar en qué estoy gastando que no sea realmente necesario y me he dado cuenta que si bien no gasto mucho en ese tipo de cosas, hay veces que puede ser en una salida a comer me gasto buena parte lo que gano.

Si bien gasto en compra de libros y cursos de formación, no considero esto como un gasto innecesario, más bien lo veo como una inversión, que en el corto, y mediano plazo me dará un amplio retorno a la inversión, ya verás a largo plazo. Así que me voy a presionar un poco en tener un mayor control sobre este tipo de inversión, que con el tiempo irá creciendo.

Registrar los gastos.

Hay veces en que nos cuesta poder reducir nuestros gastos, porque no sabemos realmente en que estamos gastando de manera innecesaria. Aquí se podría, como en mi caso, llevar una libreta o una aplicación móvil para los más tecnológicos, en donde puedas ir anotando los gastos que vayas haciendo, por el plazo de unas dos semanas o un mes.

Es importante que anotes todos los gastos, por pequeños que sean, la idea es que tengas claro en que se está yendo el dinero y que no te has dado cuenta aún. Te sorprenderías de todo el dinero que se puede llegar a gastar en cosas pequeñas, sin importancia, como dulces, bebidas, comida a media mañana, el café de máquina y ese tipo de cosas. Así que anótalas.

Y te dejo con el video 😉

Dame tu feedback en tu comentario.

Hasta una próxima vez,

Damián Cáceres.