¿Cómo podemos vencer a la resistencia? Esta es la que nos detiene y lamentablemente, en la mayoría de los casos, nos hace retroceder implacablemente.
¿Cuántos sueños se quedan ahí por la resistencia? ¿Cuántos talentos se quedan sin florecer? ¿Cuántas cimas de las montañas se quedan sin ser conquistadas?….
¿Cuántos mares se quedan sin surcar?
La resistencia puede llevarnos a desperdiciar años de nuestras vidas y nos aleja de quienes somos en realidad.
Pero ¿qué es eso que llamamos la resistencia?
La Resistencia.
Es un fuerza que puede someternos. No es de subestimar, de hecho, hacerlo es una desventaja.
La resistencia es el miedo interno. Miedo a todo tipo de cosas y esto es algo personal.
Miedo a dejar una carrera que solo aporta insatisfacción, pero que es en donde se está seguro.
Miedo a perseguir lo que uno quiere. Miedo al rechazo. A lo que puedan pensar los demás. Y así, innumerables miedos de todos los tipos.
Te decía que son personales porque, la resistencia esta en uno, tal vez, sea parte de uno mismo.
La Resistencia conoce nuestras debilidades.
Las conoce muy bien. Sabe como engañarnos para frenar nuestro avance, por más decidido que sea.
No subestimarla, porque, se aprovechará de esto para ponerte de rodillas y te mantendrá ahí por tiempo indefinido.
La resistencia conoce como llevarte a través, de las emociones para que termines dejando de lado lo que sabes que tienes que hacer.
Es un duro enemigo y puede que nunca lo puedas derrotar por completo.
La lucha es diaria.
No es solamente vencerla una vez. Ni dos, ni tres… tampoco 10 veces. Vencerla, primero es una decisión diaria.
Y segundo, luchar y derrotarla todos los días.
Cada día es una nueva jornada de lucha.
Te digo que habrán algunos días que vas a perder. En estos casos lo peor que se puedes hacer es frustrarte.
El optimismo es algo necesario… Ya vendrá el siguiente día como nueva oportunidad para doblegarla.
Cómo vencerla.
No es fácil, porque, es muy hábil en dejarte de rodillas. Pero es posible, hay ejemplos de personas que la han vencido.
Isaac Asimov, que me dices del propio Arnold Schwarzenegger o de Benjamin Franklin.
En fín, los ejemplos, pueden ser mucho y en todas las épocas.
Vencerla implica, primero, reconocerla.
Cada vez que sientas que un miedo sin sentido viene a tí, esa es la resistencia.
Pero cuidado, la resistencia es muy buena poniéndote miedos y excusas que aparentan tener bastante sentido.
Quieres iniciar tu negocio, pero te detiene el hecho que puedes fracasar y quedarte sin nada, es una muy buena excusa.
Cuidado amigo mío. Que la resistencia puede tornarse implacable.
Pero cuando la aprendes a reconocer, ya eres algo más libre. Puedes discernir mejor las decisiones que tomas.
No hay mejor defensa que un buen ataque.
Lo segundo, es atacar, ser agresivo. Cuando sientas que algo te esta deteniendo, quiere decir que vas por el camino correcto.
Es ahí, cuando debes de lanzarte de manera agresiva, no dándole lugar a rendirse. Puede que salgas mal trecho, cueste bastante al principio, pero cuando veas que avanzas, que vas logrando, la gratificación será grande.
Tienes que estar siempre muy atento a la resistencia. Esta, como te decía antes, es astuta y siempre te va a dar buenas razones para detenerte.
Por lo tanto, aprende a reconocerla, una vez la tengas en la mira, haz lo que tengas que hacer de todas maneras.
Esto significa que tienes que hacer tu trabajo aunque el miedo esté presente.
¿Te frena ir al gimnasio porque crees que los demás se van a burlar de tí? Bien, eso es la resistencia. Ahora que ya sabes que es esta infame la que te esta deteniendo, pasa a la ofensiva.
Ponte tu ropa de deporte y haz tu trabajo.
Pero eso sí, siempre trata de adelantarte a la situación.
Planear con anticipación.
Plantéate todos los posibles obstáculos que podrían aparecer en tu camino. Plantéate todas las posibles excusas que te vas a dar al momento de hacer lo que tienes que hacer.
Anótalas y llévalas siempre contigo, así las tienes siempre presente. Llegará un momento en que te causará risa, las excusas absurdas que has puesto.
Haz tu trabajo todos los días, aunque sea un poco.
Hazte la idea que la resistencia probable siempre esté junto a tí. Puede que con más poder o no. Pero siempre va a estar acompañándote.
Por lo que, esto es una lucha de todos los días.
Y nos tenemos que asegurar de ganar siempre.
Entonces, confiarse es lo peor que podemos hacer. Esto lo aprovechará la resistencia para derrotarte sin ninguna compasión.
Cada mañana, cuando te levantas es un nuevo comenzar, así es que decide activamente ser el ganador y pon el esfuerzo necesario.
Así es que no bajes nunca la guardia con este enemigo tan formidable.
Vuélvete implacable todos los días, haz lo que tengas que hacer todos los días, aunque sea solo un poco. Ya luego puedes celebrar… Te venciste a tí mismo.
“Antes de vencer a mis enemigos, me tuve que vencer a mi mismo”. Bernardo O’ Higgins.
Hasta la próxima,
Damián Cáceres.
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