Es una práctica común entre quienes buscamos mejorar constantemente, ponernos objetivos. Pero ¿cómo hacer este establecimiento de metas? ¿Es mejor que sean metas pequeñas o metas imposibles?
Ponernos metas pequeñas puede estar bien. Y si… si lo está.
Nos mantiene con la motivación constante el sentir que estamos logrando lo que nos proponemos.
Pero ¿qué pasa cuando alcanzas una metas que te habías propuesto? A parte de estar alegre por un tiempo, ¿qué más…?
Esa pasión se acaba. La energía de desvanece. Hasta la próxima vez que te pongas una meta lo suficientemente motivadora para impulsarte a lograrla.
Si dejamos de ponernos metas, entonces la pasión se va apagando, se desvanece. Si no encontramos algo que nos motive a ponernos una meta y lograrla, todo ese impulso se va…
Establecimiento de Metas.
Metas imposiblemente ambiciosas.
Plantearse ganar un millón de dólares al año esta bien, es una meta estimulante. Pero una vez la cumples qué ocurre. Sensación de vacío. hay casos en que todo lo ganado se despilfarra con mujeres, drogas, alcohol, lujos, etc.
Ya no hay algo lo suficientemente estimulante por lo que mover el culo.
Pero ponerse objetivos jodidamente ambiciosos, nos mantiene en constante movimiento. Llegar al Planeta Marte y colonizarlo, es una meta jodidamente ambiciosa.
Todos somos diferentes, y cada uno sabe lo que esta un poco más allá de todo su potencial.
En el establecimiento de metas, hay una cosa que nos garantiza mantenernos en movimiento siempre y a la vez uno nunca lo logra… Solo cuando deja este mundo.
No rendirse jamás.
Estaremos siempre batallando para cumplir con este objetivo y no importa por cuánto tiempo hayamos sido fiel a él. Solo basta con ceder una sola vez y no lo logras.
Te digo que no importa que lleves 50 años no permitiéndote rendir, si lo haces una vez no lo logras.
Solo lo vamos a haber logrado una vez dejemos este mundo. Quizás lo celebremos en otro lugar…
Cuándo ponerse objetivos pequeños.
Con lo que te acabo de comunicar, no quiero decir que se tenga que dejar de lado totalmente las metas pequeñas.
No para nada. Pero solo serán metas que te conducirán constantemente a esa meta Grande.
Construir el edificio más grande y maravilloso jamás construido, va requerir que se cumplan ciertas metas pequeñas.
Hacer el estudio de suelo, reunir los recursos humanos y financieros, conseguir los permisos, hacer la excavación, construir los pilares, las plantas…
Eso sí, mantener siempre el foco en ese Gran Objetivo inalcanzable.
El establecimiento de metas es…
Estar en constante movimiento.
El fin último de ponernos metas, es mantenernos mejorando constantemente. Nos da una dirección hacia donde ir en nuestra vida.
Cuando dejamos el establecimiento de metas de lado, perdemos el rumbo, y no se sabe donde terminaremos.
Hay deportistas que después de haber tenido carreras brillantes y haber ganado un montón de dinero, terminan en las drogas, en el alcohol, gastándose todo lo que tenían en cosas sin importancia. Debido a que ya no tienen algo más Grande por lo que luchar. Dejan que esa llama ardiente, llamada pasión se extinga.
Por ello, lo mejor es ponerse una o más metas Jodidamente ambiciosas que vayan acorde a nuestro Credo y valores que nos mantengan siempre con esa llama de deseo, pasión, motivación, ambición, ardiendo intensa e inagotablemente…. SIEMPRE.
Hasta la próxima,
Damián Cáceres.
0 comentarios
Trackbacks/Pingbacks