Queremos ser más productivos, hacer todo lo que nos proponemos hacer. Queremos hacer más en menos tiempo y también nos interesa ir lo más directo posible al logro de nuestros objetivos.

Pero ocurre que muchas veces ni nos acercamos a lo que nos habíamos planteado. No somos todo lo productivos que nos gustaría y eso nos causa cierta frustración.

Pero, no está todo perdido. Podemos ser muy productivos, podemos concretar lo que nos hemos propuesto.

¿Cómo logramos esto?

Existe algo que va a ser determinante en nuestra productividad personal:

Los hábitos son esas acciones que llevadas a cabo regularmente por un tiempo determinado, las empezamos hacer de manera automática o con muy poco esfuerzo consciente.

Dicen que una acción debe de realizarse por 66 días para que se transforme en un hábito.

Y son precisamente los hábitos que hemos desarrollado los responsables en una buena medida de lo productivo o no productivo que seamos.

Enfoquemos eso sí, en los primeros…

Hábitos para ser más productivos.

1- Hacer listas de tareas.

Las listas de tarea nos pueden hacer más productivos, porque, ya tenemos claro qué es lo que vamos a hacer durante el día.

Ya no estarás dejando al azar lo que debes de hacer. Tomas el control y defines lo que harás. Ahora solo te toca seguir lo que ya decidiste hacer.

Cuando no llevamos una planificación con cierta antelación, es fácil caer en la procrastinación, ya que todo dependerá de nuestro estado de ánimo y cualquier distracción nos consume.

Cuando uno se da cuenta de todo el tiempo perdido ya no habrá nada que hacer sino lamentarte. Esto a mí me ha ocurrido más veces de lo que quisiera, aunque ya lo tengo mucho más controlado.

¿En base a qué se hacen las listas de tareas?

En base a tus prioridades (veremos esto más adelante), define qué es importante para tí y qué es urgente también. Te recomiendo que te enfoques más en lo importante. 

Puede que lo urgente ahora te ocupe la mayor cantidad de tiempo. Si ese es tu caso, dedica aunque sea un pequeño periodo para lo importante todos los días.

Según mi experiencia, entre más uno se enfoca en lo importante, las cosas urgentes tienden a disminuir.

¿Cuándo hacer la lista de tareas diarias?

Puedes elaborarla todas las noches antes de irte a dormir. Así cuando te levantes al día siguiente, ya sabrás que tienes que hacer. También puedes hacerla por la mañana apenas te levantas.

Una vez hagas tu lista, te sugiero que te apegues a ella. Sin más excusas. 

Si no está en tu lista, simplemente no existe.

Por ahí lo escuche o lo leí…

Esto quiere decir, que no hagas otra cosa, hasta que hayas terminado de hacer lo que decidiste hacer en tu lista.

2- Relaciona Cada Acción a un Objetivo.

Se trata de ser estratégico. Cada acción que realices tiene que ir orientada a la consecución de una meta.

Esto evitará que procrastines, porque, al haber relacionado las acciones a una meta, sabes que lo que estás haciendo es importante. Hay veces que dejamos para después ciertas cosas, debido a que creemos que no tienen importancia.

En el deporte, cada acción debe ir orientada a un objetivo que es ganar.

En el fútbol, todo lo que haga el equipo debería de ir orientado a meter la pelota en el arco del equipo rival.

No se pueden hacer jugadas solo por hacerse. Así no es como se obtiene el triunfo, a menos, que quieras depender del azar.

Entonces cuando te veas envuelto en una actividad que no consideres que te a llevar (aunque sea en parte) a una meta que te hayas propuesto, lo mejor será dejar la actividad lo antes posible.

Para esto deberás de planificar con la debida antelación para tener claro que cosas son las que van orientadas hacia el logro de un objetivo en particular y cuáles no.

3- Ponte Objetivos.

Cada acción debe ir orientada al logro de un objetivo. Entonces, primero debemos ponernos objetivos que lograr.

Empezar con el fin en mente nos dice Stephen Covey en su libro “Los 7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas”.

Y esto es de vital importancia, porque, sin un destino claro a donde llegar, entonces iremos de un lado a otro para no terminar en ningún lugar (que realmente queramos). Dejar las cosas al azar no es lo mejor que podemos hacer.

Puede que en algunos casos, alguien llegue a donde quería (sin darse cuenta) pero esas son solo las excepciones. Creo que en la mayoría de los casos no se terminará donde uno realmente quiere.

Mejor fijarse metas, que de verdad queramos, que nos impulsen, que sepamos que son las correctas.

Hay veces que no lo tenemos del todo claro. En este caso, lo importante es fijarse un objetivo y trabajar en lograrlo. Con el paso del tiempo, te irás conociendo mejor e irás poniéndote metas más acorde a quien tu eres.

Los objetivos deben de ir conforme a tu Credo y Valores.

4- Priorizar.

Esto es básicamente hacer lo importante, urgente o ambos primero. Que este tipo de actividades tengan el mayor enfoque. 

Es relativamente sencillo priorizar las actividades que vas a realizar si relacionas cada acción con una o más metas que quieres lograr.

Así, si quieres ponerte en forma. Esto es importante y debería de reservarse un tiempo para ejercitarse.

Define la importancia que tiene esto para tí y actúa en consecuencia. ¿Alguna invitación para salirse de fiestas y emborracharse frente a ir al gimnasio a realizar tu rutina y luego tener el descanso adecuado? Exacto, tienes clara tu prioridad.

5- Rutinas Preestablecidas.

Cuando tienes que hacer muchas cosas dispersas, se tiende a perder el enfoque y la motivación.

Así, le haces las cosas mucho más fácil a la procrastinación.

Pero cuando agrupas las actividades que haces con regularidad pero que son importantes y necesarias para lograr uno o más objetivos, las rutinas preestablecidas funcionan muy bien.

Un ejemplo de esto son las rutinas matinales ¿Quieres tener un día ganador? Bien, este tipo de rutinas te pondrán en modo logrador.

Puedes dejar las primeras horas de la mañana para desarrollarte a ti mismo. Hacer una rutina de ejercicios, estudiar idiomas, leer y meditar. Esa es una rutina ganadora.

No tienes por qué seguir la rutina de arriba, es solo un ejemplo- Haz las cosas que más motivación te dan. Lo importante es que estén agrupadas en una rutina preestablecida.

Lo mismo puedes hacer el resto del día. Por ejemplo, agrupa las actividades de comunicación.

Esto es, revisar el correo y responder emails, revisar redes sociales (en caso que sean parte de tu trabajo). Así lo agrupas en una rutina preestablecida y le asignas un horario.

Esto te ayudará a no perder tiempo valioso en cosas sin importancia, como quedarse pegado en Instagram u otra red social.

De esta manera vas a ir agrupando las actividades que realizas con regularidad y estableciéndose en rutinas para lograr mayor enfoque.

6- Ponte en Movimiento.

Esto es algo que tiendo a repetirlo seguido, y lo hago porque, es muy importante. Sobre todo en cuanto a productividad se refiere.

Hacer ejercicios físicos, nos dará más motivación y resistencia para trabajar por más tiempo.

Cuando realizamos ejercicios, estamos más alegres y nuestra autoestima y autoconfianza crecen. 

Puedes levantar pesas, hacer calistenia, running, senderismo o el deporte que tu quieras (el que más disfrutes).

7- Verificar progresos.

“Lo que se mide se gestiona”. Peter Drucker.

Una forma de obtener motivación para seguir encaminado hacia tu meta es viendo todo lo que haz avanzado, todos lo progresos que ya hiciste.

Siguiendo con el ejemplo de ponerse en forma, cuando llevas 3 meses entrenando en el gimnasio y te pones a revisar tus progresos, cuando veas que has bajado 10 kilos, tienes un cuerpo más musculado y puedes levantar 5 kilos más en press de banca que cuando empezaste, la motivación será alta.

Además, que cuando te haces el hábitos de verificar los progresos, empezarás a notar ciertos patrones que te conducen a ser más productivo y también patrones que te vuelven menos productivos.

Notarás por ejemplo, que cuando no haces tu cama por la mañana apenas te levantas, tienes que luchar más contigo mismo para poder ir a entrenar por las tardes.

Así, podrás crear de manera controlada el ambiente más propicio para ser más productivo en lo que sea que hagas (carrera o negocio, relaciones, ejercicio físico).

Bien, estos son los hábitos de productividad, desarrollarlos no te volverá inmune a la procrastinación, pero si que podrás tener más autocontrol y enfoque para ir a paso firme hacia el logro de tus objetivos.

Te recomiendo que no intentes implementarlos todos a la vez, mejor empieza con uno o dos y luego cuando los tengas más dominados agrega los demás si lo estimas necesario.

Ser más productivo no es algo que se haga un día solamente, requiere de más tiempo. Por ese motivo, es importante desarrollar estos hábitos, no los pases por alto, que tendrán un impacto increíble en tu vida.

Hasta una próxima ocasión,

Damián Cáceres.