Para recorrer el camino al éxito, no es necesario que lo veas totalmente. Nos puede abrumar, el querer ver todo el proceso que nos llevará alcanzar una o más metas. Nos abruma porque, lo más probable es que no sepamos muy bien sobre cómo lograremos llegar ahí… dónde queremos llegar.
A mi me ha pasado. Y lo peor es que esos periodos de confusión, nos dejan fuera del juego, y esto, como me ha pasado a mí, puede ser por un buen tiempo.
Entonces, veamos cómo logré solucionar esto… Cambié de perspectiva…
No es Necesario Ver el Camino en su Totalidad.
Llegar lejos, eso es lo que queremos, por lo menos, si formas parte de esta comunidad, es lo que quieres, somos ambiciosos y nos queremos forzar al máximo para crecer todo lo que podamos crecer.
Y vamos a tener que recorrer un largo camino, con obstáculos que superar (y a veces, muchos), y si de algo estoy seguro, es que no lo vamos a ver en tus totalidad.
El camino al éxito, tiene curvas, subidas y bajadas, la bruma cubre ciertos tramos y los obstáculos aparecen en diferentes momentos.
Y empeñarse en verlo completamente, para así poder avanzar, nos va dejar inmóviles. Esto fue lo que me pasó a mí en el mundo de los negocios.
Quería saber cómo funcionaba todo desde el inicio en los negocios online. Y eso no es algo que se dé, de un día para otro.
Es todo un proceso que toma tiempo, si es que se llega a poder saberlo todo.
Cuando algo no resultaba, lo interpretaba como un fracaso y me dejaba desenfocado por un buen tiempo, que podían ser varias semanas y meses inclusive.
Pero el camino al éxito no se recorre así.
Cada vez que adquirí alguna habilidad nueva, comenzaba sabiendo prácticamente nada. No era para nada bueno.
Pero luego, al cabo de un tiempo me volvía bueno en esa habilidad.
Hacer el Trabajo y Ya.
Cada vez que he tenido algún éxito con significado para mí, ya sea en el deporte, artes marciales, en la escuela o en cualquier otro ámbito, no me he centrado en todo el camino a recorrer.
No me ha importado. Para nada. Solo me he puesto a hacer el trabajo y ya.
Cuando era niño y practicaba Tae Kwon Do, inicié con mucho entusiasmo. Iba a todas las clases, las esperaba con ansias y cuando las suspendían, esto me decepcionaba.
En ningún momento me preocupé por ver el camino completo a recorrer. Solo quería entrenar y divertirme.
Hubieron momentos más duros que otros, a veces, no podía aprenderme los poomsae, y esto no era divertido.
Pero aún así seguía. A pesar que no era agradable, seguía practicando, clase a clase, experimenté frustraciones temporales, pero al tiempo logré aprenderlos.
Y no solo eso. Logré ser el mejor de mi clase. Estaba orgulloso de mí mismo.
Un tiempo más tarde, hasta gané el primer lugar en la modalidad de poomsae en un campeonato regional, ganándole, incluso a personas mayores y con más grados que yo.
¿Cómo lo hice? Hacer el trabajo cuando tenía que hacerlo y ya.
Era todo lo que me importaba. Solo ir a cada entrenamiento, sin faltas y centrarme en hacerlo lo mejor que podía.
En Algún Momento el Camino Se Despeja.
En algún momento, el camino al éxito se despeja, de tanto hacer, aprender, volver a hacer y seguir aprendiendo… Después de hacer el trabajo se puede ver la meta. El lugar de llegada.
Se sabe exactamente por donde ir. El camino al éxito se descubre y se logra una visión amplia de todo el proceso.
Pero para llegar a esto se tiene que empezar y dar un paso a la vez, no abandonar. A medida que se avanza se va pudiendo ver más allá, hasta que un día ya puedes ver la cima, el punto de llegada.
Cuando llegamos ahí, lo mejor es apurar el paso, dar el máximo esfuerzo. Estamos en un Mundo competitivo, pero no es por solo eso, sino que, es lo motivante, y es lo que nos hace mejorar al máximo y… Nos dice qué tanto queremos llegar al objetivo.
Una cosa más, divertirse siempre. Cada paso que damos, nos acerca más al éxito.
Hasta la próxima,
Damián Cáceres.
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