Como sabes, la discusión de nuestros políticos habitualmente gira en torno a subir o bajar los impuestos, con la excusa de poder financiar el “gasto social”. Son más las veces que los terminan subiendo que bajando.
El punto está en que subir los impuestos ¿es la solución a las problemáticas de nuestros países? Realmente ¿financian lo que dicen que van a financiar? ¿Es lícito, desde el punto de vista moral subir impuestos?
Bueno, eso es lo que voy a dilucidar en este artículo.
No desde un punto de vista académico, sino más bien en base a lo que he observado, leído y analizado.
Así es que ahora paso plasmar lo que pienso respecto a este tema.
Subamos los impuestos: “para financiar el gasto social”.
Está de moda esto de los “derechos sociales”, cosas como el derecho a la vivienda digna, a la “pensión básica universal”, “ingreso mínimo garantizado” o “la educación gratuita y de calidad”.
No estoy diciendo que no deberíamos como sociedad hacer algo respecto de quienes no tienen vivienda o que están sin empleo. El punto es que, si debemos de considerar a esto como derechos.
Además, que no se condice con la realidad, porque, por más que el Estado cree leyes con estos derechos, lo cierto es que, si no hay dinero o recursos económicos, simplemente ese supuesto derecho va a quedar en el papel solamente, ahí tienes el ejemplo de Venezuela que tiene una Constitución plagada de derechos y no se cumple ninguno casi.
Entonces, nuestros queridos políticos debaten cómo es que financiarán (con dinero que no es suyo, en todo caso) los ofertones que lanzaron en sus campañas electorales.
Y no es que lleguen a soluciones muy variadas, todas giran en torno a subir impuestos.
De esta forma nos dicen “financiamos el gasto social”.
Pero realmente ¿financia lo que dicen que financia? Y ¿Qué tan eficientemente lo hacen?
La realidad es que muchas veces esa subida de impuestos, ya sea a las empresas y/o las personas no va a financiar los programas o derechos sociales.
Va a la burocracia, a pagar más empleados del Estado, va a financiar programas que no solucionan el problema para el cual fueron creados.
¿Qué tan eficiente lo hacen a la hora que ese dinero llegue a quien lo necesite?
Pésimo. El respetado economista Rölf Lüder realizó un estudio a este respecto pudiendo observarse que solo el 30-40% llega realmente a quienes lo necesitan.
O sea, los políticos cargan a las personas y empresas, con las consecuencias que eso trae para la economía del país, para la inversión en bienes de capital, para la formación de los profesionales, para el consumo y fundamentalmente para el ahorro.
Resulta que ese dinero se queda entrampado en su burocracia (que se engorda cada vez más).
Y en programas que no funcionan, pero que no se quitan, sino que se crean más, poniéndose encima de los que no funcionan.
En mi país, Chile. Hace unos años se determinó que solo en el área social había más de 300 programas de gobierno que no cumplían los objetivos reales (superación de la pobreza) para los que habían sido creados.
Al final, la caída sustancial en los niveles de pobreza en mi país, se debió mucho más al crecimiento económico que a los planes del gobierno.
Es el crecimiento económico lo que nos dará más posibilidades de que haya más personas con una vivienda, con mejor acceso a la educación o con mejores ingresos.
Una economía que demanda más empleos y empresas que solucionen las necesidades que van apareciendo, es como las personas pueden optar por una mejor calidad de vida.
No supuestos derechos puestos en una ley, pero que no tienen sustento alguno.
Cabe aclarar que si bien, la mayoría de los programas del gobierno simplemente no sirven. Si que el Estado puede hacer algo al respecto. Por ejemplo, en el Gobierno Militar en mi país, se logro reducir significativamente las tasas de desnutrición infantil. Esto con el mejoramiento de las condiciones económicas y con ciertos programas que ayudaron a que los niños de la época pudieran estar mejor alimentados.
Subamos los impuestos: “para que haya más igualdad”.
¿Enserio te importa la igualdad?
Que haya unos que ganan más y otros menos, no debería de afectarte. A menos, que seas de los que creen que solo por el hecho de tener un patrimonio alto hiciste algo ilícito para obtenerlo.
Deja la ideología de lado, deja la envidia de lado.
Puede haber gente honesta que hizo algo lícito para hacerse rico y puede haber gente sin escrúpulos para hacerse ricos.
Entonces, llegan nuestros políticos y nos dicen que se tiene que subir los impuestos para terminar con la escandalosa desigualdad.
Así ellos se enriquecen más a costa de gente honesta que ahora tiene que cargar y ser castigado por el solo hecho de ser más productivo económicamente.
Realmente la igualdad es algo a lo que no debemos aspirar. Por mucho que los medios de comunicación y el sistema educativo nos haga creer lo contrario.
Es que no solo no debemos de aspirar a la igualdad. Además, no es posible ponerla en práctica del todo.
No es natural. Es incluso inmoral, por alejarse precisamente del orden natural creado por Dios.
Solo tienes que mirar los deportes ¿Crees que debería de haber igualdad ahí? ¿Crees que todos los jugadores de futbol tienen que ser iguales?
Veamos que ya de partida la igualdad no es posible. Siempre va a haber un Messi o un Cristiano Ronaldo.
Siempre va a ver un Mike Tyson o Canelo Alvares en el boxeo.
O un Michael Jordan en el Básquetbol.
Lo segundo que debemos de hacer presente es ¿deberíamos optar por la igualdad?
Si eso fuere posible ¿te das cuenta lo aburrido y degenerado que sería?
Los deportes perderían el interés rápidamente.
Ahora, veamos, como podríamos acercarnos a la igualdad en el caso del fútbol.
¿Qué hacemos con Cristiano Ronaldo y Messi? Porque, destacan demasiado ¿Y con todos aquellos que están a un nivel muy alto?
Ya te digo que no es posible subirlos a todos al nivel de los mejores. Lo único que quedaría es que a los mejores los bajamos al nivel del peor.
Porque, ni siquiera podemos dejar a todos en el actual promedio.
Eso es algo obvio ¿cierto?
Imagina al peor jugador de la liga. Entonces, este está por debajo del promedio. Lo hacemos entrenar más y puede que suba un poco, pero no más.
Hay limitaciones, tanto de talento, como de ganas de triunfar, disciplina y ética de trabajo.
No queda más remedio que bajar a todos los que estén por sobre él, al mismo nivel del peor.
¡Oh que buena es la igualdad, amigo!
Ahora extrapola todo esto a los demás campos de la sociedad. Los negocios, por ejemplo.
Todo esto es lo que pasaría ya en un nivel extremo. Pero el solo hecho de acercarse a este supuesto “ideal”, en una sociedad tan compleja, deja un desbarajuste que resulta muy perjudicial para el conjunto de personas que la componen.
Hay quienes dicen que se busca la igualdad material. ¡Pero hombre! otra vez con la igualdad. No porque, esta vez solo se busque la igualdad material es deseable. Porque, no lo es.
Seguimos siendo únicos, seguimos siendo diferentes. Con diferentes aspiraciones, ambiciones, talentos, ganas de surgir, ética de trabajo, disciplina, etc.
Tampoco es deseable la igualdad material.
Lo que, si es deseable, es que cada vez más gente vaya surgiendo de acuerdo con sus particularidades. Que por lo menos, tengan la oportunidad de hacerlo.
No todos quieren ni pueden ser Elon Musk o Donald Trump.
Ahora ¿es legítimo subir los impuestos para haya más igualdad como lo planteado por algunos académicos como Thomas Piketti, porque, no se trata de quitarle a unos para darle a otros. Sino que lo que ganan algunos está tan escandalosamente sobre lo que ganan los demás que es necesario gravarlos de tal manera que esta brecha se reduzca.
Esto nuevamente no funciona. No es moral tampoco. Diría que es una racionalización de la envidia.
Y que, además, coarta la posibilidad de desarrollo de los que más lo necesitan.
Ese dinero que es quitado por el Estado, ya no es posible invertirlo en bienes de capital, en nuevas empresas, en capacitación, en nuevos puestos de trabajo. Va todo a la burocracia.
Otra cosa es que muchos de los más ricos, simplemente si tienen la posibilidad, se llevan su capital a otra parte.
¿Enserio te crees que van a aceptar de buenas a primeras que les quiten la mitad o más de todo lo que producen? Ja.
Así, el subamos los impuestos para que haya más igualdad es puro cuento que a los políticos les gusta proclamar y con el beneplácito de una parte importante de la población (que piensa que eso solo le afecta al rico y a ellos no).
Otra cosa es dar más oportunidades. Como capacitación y formación. En hacer más productiva a las personas. Pero, nuevamente financiarlo con una subida de impuestos, no me parece la mejor idea del mundo.
Se puede hacer aquello de varias maneras. Una de ellas, por ejemplo, sería la posibilidad de reducir los impuestos de las empresas que formen a las personas en determinados ámbitos (y que no solo sea para sus trabajadores, sino que a otras personas también).
O que patrocinen a entidades educativas para la formación de las personas en ciertas áreas que satisfagan el mercado laboral.
También se puede recurrir a la caridad en temas de educación. No solo los políticos van a tener el monopolio de esta (que, por cierto, hacer caridad con el dinero ajeno, no creo que sea auténtica).
En fin, subir impuestos por el solo hecho de tener igualdad no es una buena justificación.
Subamos los impuestos: “hay que financiar la sanidad”.
Convengamos que evidentemente necesitamos financiar un sistema de salud. Pero ¿siempre deberá ser con los impuestos?
De hecho ¿es necesario siempre tener un sistema de sanidad público? Con esto no digo que la solución libertaria sea la solución definitiva.
Privatizar todo no es la idea.
Sin embargo, mantener un sistema mixto funciona mejor. Ahora bien, me parece una solución más acertada usar el tema de baucher en salud (aunque, este tema escapa de este artículo, por lo tanto, no me referiré a él). Pero lo óptimo para mí que soy un tradicionalista católico es que la sanidad pase en su mayor medida a la caridad de la Iglesia Católica.
Todo lo anterior escapa al tema de este artículo, por lo que, no voy a profundizar en ello.
Solo me voy a referir a que, por lo general, es solo una excusa barata subir impuestos para financiar la sanidad pública.
No digo que no haya que financiarla, sino que subir impuestos constantemente, es realmente el juego de los políticos para engordar un sistema con fines electorales y de amiguismo político.
Para mantener una clientela política que le devolverá el favor en las próximas elecciones.
Tampoco se trata de subir los impuestos solo para darle más dinero al sistema con el supuesto que las cosas van a mejorar.
En mi país, el presupuesto de salud ha subido unas 5 veces en los últimos 20 años y aún se considera que tenemos una crisis del sistema público de salud.
Más dinero no necesariamente mejora las cosas, sino que tiene que ir acompañado de una buena u óptima gestión.
Subamos los impuestos: “para la educación gratuita y de calidad”.
Que mierda es todo eso de la educación gratuita y de calidad. Si la educación, por lo menos, en mi país Chile, es una basura en su mayor parte.
La educación escolar y universitaria (sobretodo esta última) son centros de adoctrinamiento de izquierda radical.
A los jóvenes se les enseña a ser revolucionarios profesionales.
¿Y quieres que le quiten el dinero a las personas productivas para que ellos jueguen a la revolución?
La universidad está sobrevalorada en la actualidad.
Con esto no digo que no haya que ir a la universidad, aunque, en muchos casos, simplemente no se debería ir a perder el tiempo.
Sobre todo, con carreras con “enfoque de género” y esas estupideces.
Además, que si después de 4-6 años estudiando una carrera y sales hablando con el “todas y todos”, “alumnos y alumnas”, “abogadas y abogados”, etc. Y sin contar con el lenguaje “inclusive”.
¿A qué fuiste a la uni entonces? Jaja.
Ya te digo que son como 10 puntos menos de CI altiro, cuando te pones hablar así.
Consecuencias de subir impuestos.
Algunos se sacan estudios que comprueban que subir los impuestos no tienen consecuencias para la economía de un país. Dicen que no afecta la inversión, por ejemplo.
Vamos que, si bien en ocasiones no la va a afectar, en la mayoría sí que lo hace. Y en los casos que no lo hace es porque, las oportunidades de negocios siguen siendo lo suficientemente rentables como para que los inversionistas continúen a pesar de la subida en los impuestos.
Otra cosa que me parece importante destacar es el hecho que al tener que desprenderse de una parte importante de sus ganancias, los negocios se ven limitados en su expansión y en la reinversión en bienes de capitales que los harán más productivos.
Esto en las personas, limita de sobremanera su capacidad de ahorro. Porque, en un capitalismo sano lo que se debería incentivar es el ahorro e inversión.
No tanto el consumo ni los créditos o la deuda (por muy deuda buena que sea).
Cuando los impuestos se vuelven excesivamente altos, ocurre que se ve limitada la libertad de las personas. Me refiero a esa libertad acompañada de responsabilidad. Es que le tienes que trabajar al Estado más de tu tiempo. Se lo entregas y es por lo general, dinero desperdiciado.
Si te fijas, en los países donde son muy bien administrados los tributos, tienden a mantenerse bajos estos.
Vemos, por ejemplo, a Suiza. No es necesario que pagues el 40-60% de lo que ganas para que tengas altos estándares de vida.
Algunos ponen de ejemplo a Alemania como ejemplo de país que cobra altos impuestos y da altos niveles de vida.
Bueno, en parte es cierto. Pero los altos estándares de vida se deben más al nivel de productividad e idiosincrasia que a los impuestos altos a las personas. (Porque, a las empresas el impuesto, es relativamente bajo en comparación con los demás países).
Lo mismo ocurre con Suecia y los países nórdicos. (Impuestos altos a las personas, pero bajos impuestos a las empresas y facilidad de hacer negocios, además, de seguridad jurídica).
Conclusión.
Subir impuesto puede ser algo necesario, quizás en ciertas ocasiones. Pero siempre se debería de propender a mantenerlos lo más bajos posibles. Vemos ejemplos, de países desarrollados y altamente competitivos como lo son Suiza, Irlanda, Taiwán o Portugal.
Vemos también, que la mayoría de las veces todo ese dinero que entra de las subidas de impuestos, no llega a donde tienen que llegar. Por ineficiencias y/o por corrupción.
Por lo tanto, un gobierno o burocracia que es capaz de administrar bien los impuestos no va a necesitar de financiamiento adicional gravando a las personas y negocios.
Eso ha sido todo por ahora.
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Se despide,
Damián.
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