Una de las cosas más importante que he aprendido en mi vida, es la necesidad imperiosa de estar siempre siendo lo mejor que uno puede ser. Esto es, estar mejorándose constantemente.

Pero esto no es tan fácil, de hecho, muy pocas personas adoptan como parte de su forma de vida el mejoramiento continuo.

Para hacerlo efectivo, se necesita algo más que simplemente quererlo. 

Y no son más recursos económicos (si bien en algunos casos sí), tampoco, la aprobación de los demás.

Lo que se necesita es el Compromiso.

Existen ciertas actividades que debemos hacer todos los días o por lo menos, de manera regular para mantenernos en el camino hacia la mejor versión de uno mismo.

Estas actividades, van a depender de tí, de lo que quieres lograr en la vida. Aunque considero que existen algunas que todos deberíamos seguir para ser mejores.

Para llevar a cabo estas acciones o hábitos como te decía más arriba, se necesita compromiso… 

Y ¿cómo es que nos comprometemos? 

Obsesión.

Cuando se tiene obsesión, el compromiso surge de manera natural. Grant Cardone nos dice que todos nos obsesionamos por algo (incluso con no obsesionarse), entonces el punto es, en qué nos obsesionamos.

Debemos de tener en cuenta que Grant fue adicto a las drogas, pero salió de eso, aceptó que siempre iba a estar obsesionado por algo, por lo que, decidió en qué lo haría.

Terminó obsesionándose con los negocios.

Y vaya que lo hizo… Hoy en día es uno de los máximos exponentes de las ventas a nivel mundial. Forjó un imperio inmobiliario valorado en más US 500 millones.

Si quieres resultados masivos, tienes que obsesionarte.

Sin obsesión, es más difícil que haya compromiso.

Tener claro nuestros objetivos.

Es más fácil comprometerse a mejorarse a si mismo cuando nos fijamos objetivos lo 

suficientemente claros.

No basta con querer estar en forma. Es mejor visualizar cómo es que quieres estar de aquí un año.

Dicen que es recomendable ponerse metas SMART. (specific, measurable, achievable, relevant y time-bound). Pero ten en cuenta que es mejor obsesionarse con metas ambiciosas.

Y ¿Cómo definimos objetivos que realmente nos motiven?

Tener un Credo.

Tener un Credo es tener esos puntos de referencia que guían nuestra vida. Son nuestro GPS interno.

Son esas creencias profundas que nos definen.

Es el ideario personal de cada cual. Es el principio rector y es la base sobre el cual tomamos decisiones (por lo menos, las más importantes).

Todo parte con una Decisión.

En realidad el compromiso por ser mejor es una decisión. Y de ahí parte todo.

Simplemente decide ser la mejor versión de tí mismo.

Te decía que esta, es tal vez, la mayor lección que he aprendido en mi vida.

He desaprovechado una buena cantidad de oportunidades en mi vida. Oportunidades importantes que me hubieran llevado a la cima o muy cerca de ella.

Pero no soy de los que se las pasa lamentando. Mejor aprender y tomar medidas.

Y una de las medidas más importantes que estoy tomando es ser lo mejor que pueda ser cada día.

Vamos, la mejora continua debería ser una prioridad en nuestra vida. ¿Para tí es una prioridad? Y si lo es ¿te haz comprometido ya o todavía estás poniéndote excusas?

Existen diferentes áreas en las que podemos mejorar ¿Cuáles son para tí las más urgentes e importantes, esas que no debes de seguir dejando pasar más tiempo?

Será hasta una próxima ocasión,

Damián Cáceres.